Durante un episodio de análisis en el programa de Radio UAN “El Terruño”, donde se habló sobre la historia de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), diversos participantes —entre ellos el Dr. Edel Soto— recordaron los momentos clave que marcaron la transición de la universidad hacia su autonomía, en un contexto local y nacional de intensas transformaciones políticas y sociales.
El Dr. Pedro Luna y otros ponentes señalaron que este proceso no solo fue político, sino también pedagógico. Luna hizo hincapié en la importancia de comprender el proceso como una construcción gradual, “con palitos y plastilina”,
que implicó desde la emisión de decretos hasta su promulgación y publicación en el periódico oficial. “Una vez publicado, ya no hay marcha atrás”, puntualizó.
Entre los hitos fundamentales se mencionó la Asamblea del 5 de diciembre de 1975, presidida por Rigoberto Ochoa Zaragoza, donde se emitió el decreto para convertir la institución en una universidad autónoma. Sin embargo, el camino comenzó antes, con antecedentes como la Asamblea de la ANUIES del 28 de octubre de 1972 en Tepic, donde se defendió el respeto a las decisiones internas de las universidades. El 11 de marzo de 1974 también fue recordado como un día decisivo, cuando estalló un conflicto entre estudiantes y autoridades por el retiro del transporte urbano. Esto derivó en la formación de comisiones universitarias que iniciaron el análisis de la viabilidad de la autonomía institucional. La llamada “Reunión de los Acuerdos de Tepic” marcó un parteaguas para el impulso de la autonomía universitaria, al crear un ambiente propicio respaldado por autoridades federales. Pablo González Casanova, entonces rector de la UNAM, fue uno de los asistentes destacados a dicho evento.
El doctor Edel Soto compartió sus memorias como estudiante de preparatoria y concejal universitario durante ese periodo. Recordó con emoción su participación en el Consejo General Universitario y relató cómo, desde su papel como líder estudiantil, vivió el proceso con compromiso y entusiasmo. También destacó la influencia del entonces gobernador Roberto Gómez Reyes y el apoyo recibido por parte del presidente Echeverría, quien mostró una estima particular por la universidad nayarita. Finalmente, se recordó que ese impulso político no solo benefició a la UAN, sino también a otras instituciones como el Instituto Tecnológico de Tepic, cuya creación fue gestionada directamente ante el presidente por un grupo de maestros y estudiantes.
La autonomía universitaria en Nayarit no fue un regalo, sino el resultado de un proceso jurídico, político y social que se gestó desde las aulas, las calles y los espacios de toma de decisiones.
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